22 de julio de 2023

Calentamientos globales vs hornos locales

 

Este verano, las temperaturas causan estragos y baten registros históricos. Las conjeturas sobre el cambio climático y sus consecuencias son algo ineludible. Habitualmente, los programas medioambientales ponen el foco en el objetivo de contener el incremento de la temperatura global media respecto a la época de la preindustrialización. En el gráfico adjunto se observa cómo aquélla ha aumentado desde 1850. Esta práctica es cuestionada por John Burn-Murdoch[1].

Sin perjuicio de constatar, una vez más, la curiosidad de los designios patronímicos, este articulista considera que “continuamos enfatizando estadísticas abstractas en lugar de cosas que la gente puede realmente ver y sentir. Entiendo el foco en el límite de 2 grados centígrados, pero éste a) suena como algo pequeño, b) se refiere a alguna fecha en el futuro, c) carece de conexión con la experiencia humana y d) hace un trabajo bastante malo de describir lo que está ocurriendo con las temperaturas”.

En su lugar, plantea hacer referencia al número de personas que fallecen por el calor extremo, así como a la proporción de días en los que actualmente (2019-2023) se supera la cota de los 30 grados, en localidades concretas, en comparación con los años 50 (1950-1954). En el caso de París, el número de días con dichas temperaturas se ha multiplicado por 8,1; en Londres, por 10,4; en Barcelona, por 3,7; en Madrid, por 1,5.

También plantea una interesante reflexión: “¿Se establecería la humanidad en un planeta nuevo donde estar fuera durante el día fuese potencialmente letal, llevando a emplear el tiempo corriendo entre edificios y vehículos en busca de protección del medioambiente? Seguramente no”.

La pregunta, un tanto absurda si la circunscribimos al origen de la humanidad en un planeta sin elección posible, podría trasladarse, retrospectivamente, a aquellos pueblos que decidieron instalarse en zonas sumamente inhóspitas bastante antes de que se desencadenara el cambio climático. Por su parte, las previsibles migraciones por motivos climáticos -con tintes apocalípticos, según algunos profetas económicos- ofrecerán una respuesta clara.



[1]What we get wrong when we talk about global warming”, Financial Times, 21 de julio de 2023.

 


Entradas más vistas del Blog