Los libros han estado marcados
por un halo de misterio a lo largo de la historia. En algunas novelas, ese carácter
se sitúa en el centro de la trama. La oferta es extensa y variada, pero solo en
ciertos casos se llega a cimas insuperables. “El nombre de la rosa” es uno de
ellos. No siempre el éxito de ventas está correlacionado, en su origen, con el
carácter comercial. La presencia de este tampoco tiene por qué socavar la intriga
sobre los secretos escondidos en las páginas impresas. “El cementerio de los
libros olvidados” marcó un hito que ha cautivado a millones de lectores en todo
el mundo. En los últimos años han proliferado bibliotecas y clubes literarios
de toda índole.
Algunas bibliotecas no pretenden
acoger textos olvidados, rechazados o proscritos, sino reunir en un espacio
valiosas piezas para el conocimiento, con objeto de que puedan tener un uso
colectivo, aunque no simultáneo. Modestamente, el proyecto Edufinet ha empezado
a dar sus primeros pasos en esa línea. El conocimiento del sistema financiero,
a través de obras señeras y también de aportaciones ordinarias pero instructivas,
es la motivación de ese nuevo canal.
Con mucho mayor alcance, pero
con un foco más concentrado, en el año 2014 se puso en marcha en Edimburgo “The
Library of Mistakes”: “The library was established in the wake of the 2008
financial crisis, to promote the study of the history of financial markets, and
to ‘improve financial understanding one mistake at a time’” (Library of
Mistakes — Independent Libraries Association).
“Si los políticos, los
reguladores o los consejos de administración y los ejecutivos de los bancos y
otras instituciones financieras de ambos lados del Atlántico que se vieron
abatidos por la crisis de las hipotecas subprime de 20008 hubieran conocido las
crisis bancarias pasadas, ¿habría sido diferente?”, pregunta Ray Perman en un
artículo del diario Financial Times (“Inside the library of financial
mistakes”) (4-11-2022). “Absolutamente sí”, contesta con total seguridad
Russell Napier, fundador y gestor de la biblioteca de los errores financieros.
Traslada, asimismo, su convencimiento de que, si conocemos los errores
cometidos en el pasado, podemos evitarlos en el futuro.
Una de sus citas preferidas, proveniente
de James Grant (R. Perman, op. cit.), es la siguiente: “El progreso es
acumulativo en ciencias e ingeniería, pero cíclico en finanzas”.
La pertenencia a la biblioteca
es gratuita, pero hace falta desplazarse a Edimburgo (33a Melville Street Lane)
para acceder a la gran cantidad de fondos disponibles. Para muchos, Avenida de
Andalucía, nº 23, de Málaga, queda bastante más cerca, aunque los fondos
bibliográficos, no sean comparables.