9 de noviembre de 2022

La anchura de los hombros: ¿un nuevo principio impositivo británico?

 

Las propuestas de medidas tributarias han tenido mucha importancia en el curso reciente de la política en el Reino Unido. Teniendo en cuenta la fecunda trayectoria de ese país en la conformación de la doctrina impositiva, la trascendencia de las cuestiones fiscales en el debate político y social, y la larga tradición de informes en materia de reforma fiscal, realmente, con semejante currículo, poco cabría esperar que pudiera añadirse como novedad. Basta con mencionar los ilustres apellidos de Pigou, Ramsey y Mirrlees para despejar cualquier duda al respecto.

Sin embargo, toda esa riqueza doctrinal no ha impedido que se registraran, a lo largo del tiempo, profundas controversias respecto a la plasmación de los esquemas tributarios en la realidad económica. Las propuestas de medidas fiscales no suelen resultar inocuas para quienes las propugnan. Quienes lo hacen no siempre son conscientes del alto riesgo que pueden afrontar. El espejismo del Mini Budget otoñal ha tenido efectos demoledores, y ha desatado una política impositiva totalmente contrapuesta. Ahora, desde el Tesoro se afirma que los nuevos responsables, aparte de estar de acuerdo en que “todo el mundo tendrá que contribuir más en los próximos años”, también comparten “the principle that those with the broadest shoulders should be asked to bear the greatest burden[1].

El “nuevo” principio impositivo, al margen de posibles connotaciones bíblicas, destila el sabor del archiconocido principio del sacrificio igual postulado en su día por J. S. Mill. Seguramente su progenitor tenía en su mente la intención de su postulado, pero eso no ha impedido que, en la práctica, ese mandamiento esté sujeto a diversas interpretaciones con posibles resultados divergentes para la distribución de la carga tributaria.



[1] Vid. G. Parker, M. MacDougall y D. Thomas, “UK chancellor Hunt considers tax hit on dividends”, Financial Times, 3-11-2022.

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