20 de agosto de 2022

¿Los taxis como alternativa a los coches de alquiler?

Hubo un momento en el que parecía que la nueva economía, la de las apps y plataformas, anunciaba indefectiblemente el ocaso del taxi como medio de transporte. Las aparentes ventajas de los VTCs se antojaban imbatibles: comodidad, disponibilidad, calidad, servicio, economía, certeza, autonomía, facilidad de pago… La práctica se ha encargado de demostrar que algunas de estas ventajas no eran más que un espejismo. Al margen de otras cuestiones, y de la propia adaptación del sector, lo cierto es que los taxis siguen vivos y coleando.

No queda ahí la cosa. Hay quienes incluso los ven como una alternativa a los coches de alquiler. Tal es el caso de la conocida articulista del Financial Times M. S. Webb, que aboga por ellos, tras una calamitosa experiencia con la contratación de un coche de alquiler este verano[1].

Varias son las razones que alega en tal sentido: i) la dificultad de encontrar coches de alquiler en algunos aeropuertos; ii) el calvario para acceder a un coche de alquiler concertado al llegar al destino previsto; iii) los elevados costes actuales de los coches de alquiler; iv) las dificultades para encontrar las rutas deseadas, frente a la comodidad de ser pilotados por un conductor experimentado.

Según la referida articulista, alquilar un coche en Roma por cuatro días tenía un coste de 825 euros (206 euros por día). Una posible explicación de la subida de los precios radica en el fin del modelo de las empresas de alquiler de coches de “comprar barato (un coche) y vender caro (el mismo coche después de un uso temporal)”, ya no factible, lo que obliga a trasladar mayores costes a los usuarios.

M. S. Webb considera que cabe esperar una mejora generalizada de todos los sistemas y una reducción de costes, pero, mientras tanto, ella seguirá optando por concertar un servicio de taxi en las salidas: “resulta que no tener un coche de alquiler puede ser mucho más facil que tenerlo”.

Como tantas otras, nos encontramos ante una disyuntiva en la que entran en juego numerosos factores, los cuales no permiten una respuesta estándar y de aplicación universal. Como siempre, es fundamental identificar todas las variables relevantes, cuantificarlas, y llevar a cabo un cómputo global a partir de un sistema de ponderaciones predeterminado, concretado en función de las preferencias de quienes han de tomar la decisión.



[1] “Soaring rental car costs make taxis a better travel option”, Financial Times, 19-8-2022. 

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