4 de agosto de 2022

Lecciones de la crisis económica de Sri Lanka

 

Sri Lanka es un país que, a pesar de su pequeño tamaño, o quizás por eso mismo, acapara una larga tradición como referencia para la aplicación de políticas o reformas económicas. Sri Lanka (la antigua Ceilán) protagonizó una de las contadas experiencias mundiales de la fallida implantación del impuesto sobre el gasto personal, un impuesto personal, directo y progresivo sobre el consumo. La profunda crisis económica que asola al Estado isleño -que ha sido calificada como “la peor crisis económica del mundo desde la Segunda Guerra Mundial”- lo ha situado en el punto de mira internacional.

Son diversas las lecciones que se desprenden de esta nueva fatídica experiencia económica, aunque no puede decirse que las enseñanzas sean demasiado novedosas. A. O. Krueger las sintetiza en un reciente artículo[1]. Entre ellas señala las siguientes:

-“Cuando los problemas económicos de un país se hacen verdaderamente insuperables, posponer su reconocimiento a través de medidas aisladas, al final, sólo hará empeorar las cosas.

-Mientras que las autoridades económicas pueden retrasar algunas de las consecuencias de políticas económicas mal diseñadas durante algún tiempo, a través de racionamientos y prohibiciones, controles de precios, déficits presupuestarios, endeudamiento exterior, e imprimiendo dinero, la música parará en algún momento.

-Cuando la única opción restante para un gobierno es implementar reformas serias o adoptar medidas desesperadas y económicamente irracionales, hacer esto último simplemente ahondará la miseria y el sufrimiento humano causado por los anteriores errores de la política económica.

-Prestar dinero a un país con problemas económicos estructurales no reconocidos sin asegurarse de que está aplicando o va a aplicar políticas económicas sostenibles no es hacerle un favor. Por el contrario, dicho ‘apoyo’ meramente aplaza el día del reconocimiento y lo dejará con una carga del servicio de la deuda aún mayor cuando tal día llegue”.

Con una perspectiva algo menos incisiva, A. Garg apunta la importancia del retroceso en términos de transparencia presupuestaria en la crisis económica y social de Sri Lanka[2].

Aunque puede dar la impresión de que las consideraciones anteriores van dirigidas exclusivamente a países en vías de desarrollo, las cuestiones de fondo son extensivas a los que se encuentran en estadios económicos más avanzados.



[1] “Lessons from Sri Lanka”, Project Syndicate, 25-7-2022.

[2] “Sri Lanka’s highlights the importance of budget transparency”, Financial Times, 2-8-2022.

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