El diario
Financial Times, a través de un artículo de Daniel Dombey y Martin Arnold[1], se hace
eco de la situación del mercado de trabajo en España. Aunque se recuerda el rasgo
de la comparativamente elevada tasa de desempleo que padece estructuralmente la
economía española, destaca el peso de la creación de empleo en España en el
conjunto de la Unión Europea, y la positiva evolución reciente de dicha tasa.
De esta guisa se pondera cómo actualmente hay 429.000 empleos que en febrero de
2020.
Ahora bien, la
distribución de la composición de ese incremento no es baladí: 200.000 empleos
corresponden al sector privado y 229.000 al sector público. Desde instancias
gubernamentales, se resalta que, “si se miran las tres últimas crisis
económicas, los empleos nunca se han recuperado tan rápidamente”. Los autores
del artículo, no obstante, apuntan que “las cifras de España son parte de una
tendencia global que ha desafiado las expectativas de grandes pérdidas de
empleos, pues la demanda ha retornado a la economía y el trabajo ha probado ser algo escaso en vez de excedentario… Los datos de España reflejan también la
apuesta a escala de la UE sobre los sistemas de suspensión de empleo”.
Por otro lado, se
pone de relieve una “paradoja de España”, apuntada por Rafael Doménech,
responsable de análisis económico del BBVA: a pesar de la mejoría del mercado
de trabajo, el PIB de España permanece en torno a un 4% por debajo de los
niveles de 2019. Gran parte de la explicación radica en la situación del turismo
debido a la pandemia. También las horas de trabajo están por debajo de los
niveles pre-pandémicos. Para el conjunto de la Eurozona, se estima que el PIB ha recuperado ya dichos niveles.[2]
Otros analistas apuntan
la que consideran cuestión clave: si la economía podrá sostener un crecimiento
notable de los salarios, que pierden poder adquisitivo con la inflación, y una
tasa de desempleo que está aún en territorio de dobles dígitos.