26 de enero de 2022

Monedas digitales de los bancos centrales (CBDC): ¿una solución en busca de un problema?

 

La corriente a favor del desarrollo de CBDCs (central bank digital currencies), de monedas digitales de los bancos centrales, parece imparable. Aun así, merece la pena detenerse en un análisis objetivo e independiente de sus ventajas e inconvenientes. La iniciativa va bastante avanzada respecto al euro digital, y también está siendo objeto de consideración por el Banco de Inglaterra. Bastantes son los problemas -algunos no exclusivos- que aquejan al Reino Unido, desafortunadamente ya exEstado miembro de la Unión Europea. Sin embargo, mantienen una tradición largamente acreditada, la de elaborar magníficos informes sobre cuestiones económicas y sociales relevantes. El estudio de la adopción de la libra digital no es una excepción, que al propio tiempo viene a ejemplificar la utilidad de una cámara parlamentaria aparentemente obsoleta, the House of Lords. Al Comité de Asuntos Económicos de esta cámara le ha correspondido la misión de elaborar un informe técnico acerca de la posible implantación de dicha moneda digital. El informe es breve, para lo que suele despacharse en estos menesteres, pero sumamente jugoso e instructivo[1].

A diferencia de otros documentos de ámbitos territoriales distintos, el informe concluye que “no hay ningún caso convincente por el que el Reino Unido necesite una moneda digital del banco central (CBDC)”[2]. Se señala que, si se introduce una CBDC, será inevitable que algunas personas transfieran dinero desde sus cuentas bancarias a las carteras de la CBDC. Si no se adoptan salvaguardas, como el establecimiento de límites sobre la cantidad de CBDC que pueden mantener los individuos, la inestabilidad financiera podría verse exacerbada durante períodos de tensiones económicas, en la medida en que los depositantes busquen sustituir los depósitos bancarios por saldos en el banco central que puedan percibir como seguros. Por otro lado, pueden suscitarse problemas de falta de privacidad, y abrirse vías para que los bancos centrales practiquen, de una manera más fácil, formas de política monetaria no convencional.

El presidente del citado comité, Lord Forsyth of Drumlean, ha afirmado: “Hemos recogido evidencias de una variedad de testigos y ninguno de ellos fue capaz de darnos una razón convincente de por qué el Reino Unido necesitaría una moneda digital del banco central. El concepto parece presentar un montón de riesgo para una muy escasa compensación. Hemos concluido que la idea era una solución en busca de un problema”.

¿Pueden catalogarse las CBDCs como una suerte de personajes en busca de autor? En algunas jurisdicciones, ha quedado patente que el autor precedía al personaje y que le tenía ya asignado el papel a interpretar.





[1] House of Lords, Economic Affairs Committee, “Central bank digital currencies: a solution in search of a problem?”, HL Paper 131, enero 2022.

[2] Vid. UK Parliament, “Central bank digital currencies: a solution in search of a problem?”, House of Lords Media Notices, 13-1-2022.

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