En el curso de las
últimas décadas, la ciudad de Málaga ha registrado una transformación muy
notable, que causa admiración no sólo entre los visitantes que retornan a ellas
después de años, sino también entre sectores autóctonos bastante dados a dejarse
impresionar -a veces con razón sobrada- por las realizaciones de otros parajes
urbanos. Desde un ángulo algo diferente, la línea ascendente de la capital de
la provincia no ha hecho sino suavizar los requisitos para que alguien se sienta
ufano por haber nacido en este privilegiado rincón a orillas del Mediterráneo.
Motivos existen para causar asombro a nativos y foráneos, desde luego, pero
también tiende a intensificarse el riesgo de caer en la autocomplacencia, que
puede ser bastante dañina.
Como se recoge en
la obra “Málaga a la sombra de la Historia”, de Fernando Alonso y Víctor
Heredia[1], la
historia de la capital malacitana -también la de la provincia- está plagada de
hechos asombrosos e insólitos, muchos de ellos soslayados o eclipsados por la
potente imagen como referencia turística internacional. Igualmente, la ciudad
de Málaga atesora valiosísimos elementos de un extraordinario patrimonio
histórico, artístico y cultural.
Así lo pone de
manifiesto otro consumado y docto historiador como es José Francisco Jiménez
Trujillo, en un artículo publicado en el diario Sur con fecha 8 de enero
de 2022. Durante años ha ejercido la docencia en el Instituto Nuestra Señora de
la Victoria, del que fue alumno. Con ocasión de una visita a ese querido
centro, para participar en una jornada de educación financiera, hace ya bastante
tiempo, con conocimiento y apasionamiento, me mostró las riquezas relacionadas
con el conocimiento custodiadas en diversas dependencias del emblemático
instituto. La conmemoración del 175º aniversario de los Institutos de Gaona y
Martiricos, en cuya preparación han intervenido destacadamente, entre otros,
los profesores Heredia y Jiménez, es una gran oportunidad para ponderarlas en
sus justos términos.
“Hay mil y una
obras de arte en las que pararse en la ciudad de los museos. Pero también las
hay propias que parecen invisibles a pesar de que llevan mucho tiempo esperando
una mirada”. Así se recoge en el artículo citado, que es una oportuna llamada
de atención para “aprender a mirar”.
[1] Tiempo Vivo: “Málaga a la sombra de la Historia”: la asombrosa senda de Málaga en la historia (neotiempovivo.blogspot.com).