A finales del pasado mes de septiembre, el
presidente Joe Biden proclamó que su programa de infraestructuras cifrado en $5
billones tendría un coste nulo. Ha habido comentaristas que han respaldado esa
desafiante afirmación, en realidad basada en el supuesto de que todo gasto que
es financiado mediante una subida de impuestos tiene, de hecho, un coste neto
nulo[1].
Otros, en cambio, no han sido tan complacientes.
Así, por ejemplo, el economista Michael J. Boskin ha llegado a afirmar que
“aunque todos los presidentes hacen declaraciones absurdas, ésta debe ser (sic)
la declaración presidencial más analfabeta económicamente desde la demanda de
Jimmy Carter de que la Reserva Federal estadounidense bajara los tipos de
interés en medio de una inflación de dobles dígitos”[2].
A continuación, Boskin se dedica a dar algunas
lecciones de Economía básica para rebatir “tres errores fundamentales en el
argumento del ‘coste cero’ de Biden”:
1ª. La medida adecuada del coste no es el impacto
en la posición fiscal federal; a este respecto recuerda que “la noción de que
la riqueza de un país radica en el valor del Tesoro del soberano fue destruida
por Adam Smith hace 245 años. Éste mostró que la riqueza proviene de la
capacidad de un país para producir bienes y servicios que la gente necesita y
desea. Para cualquier país, el coste del gasto público es el valor de
las oportunidades perdidas por desplazar recursos desde el sector privado al
gobierno”.
2ª. Los impuestos están lejos de ser algo sin
coste, ya que también desvían recursos desde el sector privado e imponen así un
coste de oportunidad. El coste es el valor del consumo y/o la inversión
desplazados.
3ª. Los impuestos, además de sus costes
administrativos y de cumplimiento, originan un perjuicio económico debido a que
distorsionan los incentivos al trabajo, al ahorro o a la inversión.
Boskin concluye su análisis destacando que gastar
$5 billones tendrá un coste para la economía de unos $6,5 billones, ya que el
coste marginal de 1 dólar empleado por el gobierno federal se estima que se
sitúa en torno a $1,30.
[1]
Vid., por ejemplo, S. Benen, “Why Biden says his plan costs ‘nothing’ (and why
he’s right)”, MSNBC, 27-9-2021.
[2] Vid.
“The true costs of government spending”, Project Syndicate, 26-10-2021.