11 de diciembre de 2021

El “blacklisting” de las empresas chinas con VIEs: previniendo los “caballos de Troya”

 

El mundo de las Bigtech no se limita al pequeño ramillete de los colosales imperios de origen estadounidense. También en China se han creado grandes compañías de base tecnológica, como Alibaba y Tencent. Durante años, algunas de estas corporaciones han captado miles de millones de dólares de inversores extranjeros que han allegado sus fondos a través de vehículos interpuestos. Uno de esos vehículos son las entidades de interés variable (EIV; VIE, por sus siglas en inglés).

Sin embargo, el gobierno chino planea poner en “listas negras” a aquellas compañías que utilicen ese tipo de vehículos. Estos funcionan de la siguiente manera[1]: los inversores extranjeros adquieren acciones de compañías chinas de tenencia de títulos establecidas en “jurisdicciones especiales” (offshore). Tales entidades tienen vínculos de participación con las empresas chinas y también con sus fundadores, que dirigen los negocios (gráfico adjunto, tomado del Financial Times).

Las VIEs han permitido que grandes inversores canalizaran miles de millones de dólares de distintos orígenes (family offices, fondos de pensiones, dotaciones de universidades, fondos de inversión soberanos) hacia las start-ups chinas relacionadas con Internet más prometedoras.

Según la información disponible, los reguladores financieros chinos no pretenden que el blacklisting afecte a las compañías que actualmente usan la estructura de los VIEs, sino asegurar que “los futuros campeones nacionales críticos para la economía del país… no acaben siendo dominados por accionistas extranjeros”.

 




[1] Vid. Financial Times, “China’s tech crackdown intensifies”, 9-12-201-

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