“¿A qué edad considera
que debería iniciarse el conocimiento de las criptomonedas?”. Alguien me
formulaba esa sugerente pregunta en el turno de coloquio tras la presentación
de una ponencia sobre “El (re)diseño permanente de los programas de educación
financiera”, el día 17 de noviembre de 2021, en el IV Congreso de Educación
Financiera de Edufinet. Ignoro quién hizo la pregunta. Es uno de los
inconvenientes del uso de los canales telemáticos para el desarrollo de actividades
congresuales.
La respuesta dada
fue en la línea de recomendar la aproximación a dichos medios de pago mientras
antes mejor (por supuesto, adaptando el enfoque al perfil del colectivo), e,
idóneamente, en el marco de la educación secundaria. Las criptomonedas forman
ya parte del sistema monetario real, en el que se afianzan a un ritmo incluso
mayor del que podría haberse esperado. Cuando hay un instrumento financiero
disponible, lo mejor es estar preparado y conocer sus ventajas e inconvenientes,
y, en particular, los riesgos que puede conllevar su adquisición. Al hilo de la
respuesta, no podía dejar de apuntarse otra pregunta, crucial, la de si las
criptomonedas pueden ser consideradas dinero en todos sus términos. El grado de
exposición de los adolescentes a operaciones bastante arriesgadas y, en no
pocos casos, fraudulentas, a través de los circuitos de Internet, era otra
reflexión casi ineludible.
Circunstancialmente,
un par de días después, me topé con un artículo del diario Financial Times
(FT) con el siguiente título: “Crypto in the classroom: Lucy Kellaway on the
kids’ new craze” (19-11-2021). En él se describen casos de adolescentes en edad escolar
que realizan operaciones de compra y de venta de criptomonedas, impulsados por
la expectativa de lograr un dinero fácil e instantáneo. Asimismo, se destaca que
el hecho de que sea ilegal para los menores operar con criptomonedas en la mayoría
de las plataformas puede añadir un elemento de atracción.
Niños de 15 años
tienen constituida una cartera de criptos, cuyo valor consultan cada
mañana en sus teléfonos móviles. Lucy Kellaway recoge testimonios de profesores
que consideran que se requiere un cambio urgente en el enfoque de los colegios
sobre la enseñanza del dinero a los niños.
La ex columnista
semanal del FT, hoy dedicada a la docencia, y articulista ocasional en dicho medio,
concluye enfatizando la necesidad de que los niños reciban una enseñanza
sistemática acerca del valor del dinero: “Sólo entonces estarán preparados para
la lección más urgente de todas: si algo parece demasiado bueno para ser
verdad, es demasiado bueno para ser verdad”.