Hay obras
en las que es preciso efectuar un considerable recorrido, adentrarse bastante
en sus páginas, para encontrar alguna sustancia. No es éste, desde luego, el
caso de “Social Contract, Free Ride. A Study of the Public-Goods Problem”, de
Anthony de Jasay (Oxford University Press, 1989). Ya en el primer párrafo de la
introducción nos encontramos con una proposición fundamental, relativa a un
elemento clave para la acción política.
Según este
teórico bastante ignorado en el campo de la Economía del sector público, la política
sería una actividad redundante y, como tema de estudio, quedaría subsumida por
la Economía, si se diera una condición: “You get what you pay for”, esto es, si
cada uno obtuviera aquello por lo que pagase. Si esto ocurriera, “el mundo
sería un lugar mucho más simple. Sería totalmente gobernado por relaciones de
intercambio. Todos los individuos soportarían las plenas consecuencias de sus
acciones y nadie sufriría ni se beneficiaría de los ‘efectos externos’ que no
ha originado… Toda la cooperación social sería regulada por contratos, ninguna
por órdenes. Los individuos serían soberanos, decidiendo cada uno todos los
asuntos por sí mismo”.
Semejante
contenido, lanzado a bocajarro, obliga a una pausa en un tiempo récord, tras la
lectura de sólo ocho líneas. El alcance de lo que está en juego para la explicación
del fundamento económico de la organización de la sociedad lo justifica
plenamente.