Si,
supuestamente, pocas personas responderían a priori de forma negativa a esta popular
pregunta, adaptada en su cuantía numérica a los tiempos modernos, aun serían
menos después de leer un reciente artículo escrito por Morris Pearl, presidente
de la asociación Patriotic Millionaires[1].
Ya el título es bastante expresivo de la tesis que se sostiene, a saber, que
los estadounidenses más ricos no pagan impuestos.
Esta
sorprendente conclusión no obedece a una mera ocurrencia del autor, a alguna
"perla" que pudiera hacer honor a su apellido, sino a un informe muy
celebrado publicado por ProPublica,
una "redacción de noticias independiente, sin fines lucrativos, que
produce periodismo de investigación con fuerza moral"[2].
En
dicho informe se destaca lo siguiente: "ProPublica ha obtenido una vasta
provisión de información del IRS [Administración Tributaria estadounidense] que
muestra que milmillonarios como Jeff Bezos, Elon Musk y Warren Buffett pagan
poco de impuesto sobre la renta en comparación con sus masivas riquezas -a
veces, incluso nada"[3].
La
posible explicación de semejante aparente despropósito no radicaría, en principio,
en el recurso a prácticas de elusión o de evasión tributarias. A resultas de lo
que pudiera derivarse de esas facetas, la clave radica realmente en la
definición de renta desde el punto de vista fiscal.
Existen
diferentes interpretaciones de dicho concepto. Así, frente al concepto seguido
tradicionalmente en los sistemas tributarios reales, según el cual no se gravan
las ganancias de capital (plusvalías) latentes o no realizadas, los economistas
defienden una acepción distinta, asociada a los nombres de Schanz, Haig y
Simons. Según ésta, debe considerarse como renta, y someterse a gravamen, la riqueza
de las personas a medida que se va acumulando. No son despreciables los
problemas prácticos a que puede dar lugar este enfoque, pero es el que
encontramos en la mayoría de los manuales de Hacienda Pública. Evidentemente,
si calculamos lo que pueda pagar de impuesto un megarrico, por los dividendos
que perciba en un año, respecto a toda su inmensa riqueza acumulada, el
porcentaje de gravamen caerá ostensiblemente. Supongamos que uno de tales
personajes se "conforma" con percibir $10 millones en efectivo,
sujetos a un gravamen del 30%. Si su riqueza acumulada asciende a $100.000
millones, el tipo resultante sería igual al 0,003%.
Hay
ciertamente distintas vías para atajar este tipo de situaciones, que, en su
caso, dejaremos para otra posible ocasión. Lo que es innegable es que el
contenido del mencionado informe es una joya desde el punto de vista doctrinal,
una auténtica perla, para cualquier estudioso de la teoría de la imposición.
[1]
Vid. M. Pearl, “How the wealthiest Americans get away with paying no tax”,
Financial Times, 14 de junio de 2021.
[2]
Vid. www.propublica.org.