8 de julio de 2021

Factores ASG: la necesidad de una visión de equilibrio general

 

El análisis de los efectos de la aplicación de una medida impositiva, si se quiere que sea lo más completo posible, ha de situarse en el marco de los modelos de equilibrio general. Tres son las características básicas de éstos: intertemporalidad, interinstitucionalidad e intersectorialidad. Sólo así es posible seguir el rastro de los efectos que va generando una actuación concreta a lo largo del circuito económico, identificar sus repercusiones directas e inducidas, de manera inmediata y a lo largo del tiempo, en el punto de impacto y en otros diferentes.

Un enfoque similar debería aplicarse, a mi entender, respecto a las actuaciones que tienen cabida dentro de los criterios ASG (medioambientales, sociales y de gobernanza). Sin esa triple perspectiva de interacción -interinstitucional, intersectorial e intertemporal- no se puede disponer de una visión completa de su alcance e implicaciones. La noción de sostenibilidad lleva implícita la consideración del elemento temporal, pero debe recoger inexcusablemente, sobre todo en un entorno de globalización económica, además de los otros prismas, la aproximación internacional y las interrelaciones en cada uno de los tres apartados del acrónimo ASG.

Ciertas evidencias acumuladas no hacen sino reafirmarnos en esa posición. Así, como señala Andrea Saldarriaga[1], si bien la energía solar es central para las estrategias globales para un futuro más sostenible, "aproximadamente la mitad del polisilicio usado para construir paneles solares proviene de la región China de Xinjiang, donde hay informes de trabajo forzado en la comunidad de Uygur". Por otro lado, "las tecnologías de bajo carbono, tales como las turbinas de viento y los vehículos eléctricos, producen millones de toneladas de residuos electrónicos cada año, que acaban en vertederos de África o de Asia y originan serios problemas de salud". Y sin que haya que olvidar el empleo de niños en las actividades de extracción de cobalto, cuya demanda se ha disparado ante el uso de las baterías de los teléfonos móviles.

Y, en definitiva, como ya apuntábamos hace algún tiempo, "no hay finanzas sostenibles sin democracias sostenidas: de ASG a ASGD" (BTV, 20-6-2020).




[1] “The EU’s new sustainability rules spell trouble for many businesses”, Financial Times, 3 de junio de 2021.


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