18 de mayo de 2021

La edad óptima de un CEO: el enigma continúa

 

¿Cuál es la edad óptima para un CEO, para el primer ejecutivo de una compañía?

Si tenemos en cuenta que el principal CEO –por analogía- del mundo, el presidente de Estados Unidos, tiene 78 años, nos vemos obligados a no precipitarnos en la respuesta. Y, si recordamos los que atesora el joven Buffet, presidente de Berkshire, sólo 90, definitivamente hemos de desterrar los prejuicios.

Algo ciertamente difícil para alguien como el que escribe estas líneas, que a los 10 años se consideraba muy mayor para llevar pantalones cortos… De alguna manera, esa misma sensación se ha mantenido al ir llegando a los diferentes hitos, para comprobar, ya sin remedio, que la percepción sobre las cotas anteriores era totalmente desatinada. Sin embargo, el proceso se repite indefectiblemente, cada vez con menos margen de reacción.

En las antípodas de tales sensaciones se sitúan personajes como Joe Biden, quien, sin complejos de ningún tipo, convirtió su notable edad en un punto fuerte de su candidatura, al manifestar a los estadounidenses que con la edad se adquiere sabiduría y experiencia.

La observación de la experiencia empresarial revela que no se da una tendencia clara. El reinado de Buffet coincide en el tiempo con el de primeros ejecutivos como Mark Zuckerberg, que, con 37 años, tiene 53 menos que el sabio de Omaha. A partir de semejante evidencia empírica, cualquiera se atreve a tratar de pergeñar alguna regla de validez universal.

Ahora bien, según informaciones recientes, la edad media de los CEOs de nueva designación de las empresas del S&P 500 ha aumentado 10 años desde 2005, situándose ahora en 54 años (57 para el conjunto de cargos vigentes)[1]. “Fuente de juventud versus sabiduría de la edad”: ¿dónde se sitúa el punto óptimo? El enigma continúa…



[1] Vid. Financial Times, “Chief executives: fountain of youth versus wisdom of age”, Opinion Lex, 16 de mayo de 2021.

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