5 de agosto de 2024

Arendt y el enigma de Kafka

 

Después de citar a Tocqueville (“Toda vez que el pasado dejó de arrojar su luz sobre el futuro[1], la mente del hombre vaga en la oscuridad”), Hannah Arendt[2] rescata un texto de Kafka, una parábola, a la que, como a otras este autor, atribuye “el poder de los rayos X para dejar al desnudo [la] estructura interna [de los procesos ocultos de la mente]”: “[Él] Tiene dos enemigos: el primero le amenaza por detrás, desde los orígenes. El segundo le cierra el camino hacia adelante. Lucha contra ambos. En realidad, el primero le apoya en su lucha contra el segundo, quiere impulsarle hacia adelante, y de la misma manera el segundo le apoya en su lucha contra el primero, le empuja hacia atrás. Pero esto es solamente teórico. Porque aparte de los adversarios, también existe él, ¿y quién conoce sus intenciones? ...”.

Según Arendt, “el enigma de Kafka … consiste en principio en una especie de inversión pasmosa de la relación establecida entre experiencia y pensamiento”. Aseveraba que el “pasado, que remite siempre al origen, no lleva hacia atrás, sino que impulsa hacia delante y, en contra de lo que se podría esperar, es el futuro el que nos lleva hacia el pasado”.

Cuando escribía sus ensayos, decía que el enigma estaba aún por resolver. Quién sabe como estará ahora, pero, por si acaso, ahí va otro elemento: ¿qué ocurre cuando las dos fuerzas se las arreglan para actuar en la misma dirección, cuando el futuro no se ve más que como una entelequia?



[1] Aunque, a veces, son el pasado y el presente de un país los que arrojan luz, que puede ser luminosa o tenebrosa, sobre el futuro de otros países.

[2] “Entre el pasado y el futuro. Ocho ejercicios sobre la reflexión política”, 1954 (Austral, 2022).


Entradas más vistas del Blog