11 de julio de 2021

Compromisos de pensiones: promesas de papel

El problema de la sostenibilidad económica de los sistemas de pensiones no es exclusivo de España. No existen barreras geográficas que protejan del desequilibrio de las cuentas cuando, a largo plazo, no se pueden garantizar internamente los recursos disponibles para cubrir los compromisos contraídos. Es cuestión de consistencia de diseño y de viabilidad económica, no de localización geográfica ni de carácter público o privado.

En España, después de haber escuchado durante mucho tiempo que el enfoque hispano idisioncrático y exclusivo adoptado en torno al sacrosanto Pacto de Toledo había logrado superar el reto de las pensiones, los integrantes de esa extensa y dilatada en el tiempo cohorte de los baby boomers ignoran qué les deparará su futuro prestacional.

No obstante, ya se sabe que está instalada la doctrina de "la relevancia del momento de acceso al cargo": una misma persona encarna dos yos, uno el que era antes de acceder al cargo; otro, el que es a partir de ese momento. Es, pues, plenamente legítimo y compatible que sus manifestaciones sobre un mismo tema sean diferentes en una y otra etapa. Algunos acérrimos seguidores de esta doctrina van más allá y la aplican incluso en sesiones intradía. En cualquier caso, la situación del sistema de pensiones en España requiere de un análisis extenso y pormenorizado.

Sobre el panorama de las pensiones en Reino Unido realiza Martin Wolf algunas consideraciones de alcance general. Sabemos lo calamitosos que son los tipos de interés ultrarreducidos -no digamos los negativos- para los sistemas de pensiones. El problema es extensivo a los sistemas de aportación definida y a los de prestación definida.

En el primer caso, si las contribuciones no consiguen ser rentabilizadas, el capital acumulado al término del período de actividad laboral será bastante magro. La única ventaja es que, desde un primer momento, se visualiza el desfase. En el segundo, la asunción de unos compromisos de un determinado importe, cuando no se puede contar con la munición de la rentabilización, puede dar lugar a la acumulación de una bomba de relojería.

En Reino Unido, el número de planes de pensiones de prestación definida ha caído drásticamente en los últimos años. Como señala M. Wolf, "la provisión de pensiones de prestación definida por corporaciones privadas ha llegado a ser inaceptablemente cara para los promotores corporativos[1]".

El editor económico jefe del Financial Times deja constancia de una contundente constatación, merecedora de incorporarse a la filosofía de corte toledano: "La única parte saludable del sistema de prestación definida es la del sector público: los contribuyentes están pagando para otorgar a los funcionarios públicos una pensión vinculada a la renta y a un índice que ellos no pueden tener por sí mismos".

En fin, ya conocíamos la facilidad de algunas personas para cuadrar las cuentas por la vía tributaria, aunque no deja de ser admirable que un intelectual de la talla de Wolf se haga eco, sin matices, de esa habilidad.

En un artículo posterior, plantea que, ante el declive de los sistemas de prestación definida privados, éstos sean sustituidos por un esquema que mezcle los dos enfoques, el de prestación definida y el de aportación definida. Este último componente aportaría mayor flexibilidad; el primero, mediante el diseño adecuado, un "verdadero reparto de riesgos" entre generaciones[2].

Y posteriormente, en otra entrega sobre las pensiones, coloca un título que colisiona frontalmente con algunas corrientes mayoritarias, dentro y fuera de España, sobre los resortes necesarios para hacer frente al desafío de las pensiones[3]: "Las acciones son el único fundamento adecuado para las pensiones privadas".

Esta recomendación se deriva de la observación de que, en el período 1900-2020, las acciones han superado extraordinariamente a los títulos de renta fija en todo el mundo[4]. ¿Puede significar esto un aval insospechado para un capitalismo en fase de declive ideológico?





[1] “Radical reform of British pension provision in urgent”, Financial Times, 13 de junio de 2021.

[2] “It is folly to make pensions safe by making them unaffordable”, Financial Times, 27 de junio de 2021.

[3] “Equities are the only sensible foundation for private pensions”, Financial Times, 11 de julio de 2021.

[4] Es una cuestión abordada en “Acciones vs bonos públicos: la importancia del horizonte inversor”, EdufiAcademics, Ensayos y Notas 15/2020. 

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